Dentro del programa de actividades organizadas por la Asociación Nuevo Surco para esta anualidad de 2024 se encuentra la tradicional visita al santuario de San Antonio del Monte.
El pasado 15 de junio, un grupo de unas treinta y cinco personas acudieron a Garafía, en guagua desde La Rosa, por la carretera del Roque de Los Muchachos, para asistir a la fiesta y feria ganadera en honor a este santo, reconocido como el santo de los matrimonios, los que buscan pareja y los novios. También existe la creencia de que por medio de su intercesión, San Antonio ayuda a quien lo solicita a encontrar algo que se ha perdido, ya sea material o inmaterial.
Pedro Luis, desde la distancia, nos remite una décima y un texto que aquí transcribimos:
Viva el Santo y los romeros,
el queso y gofio de millo,
el vino de ventorrillo
los churros y los churreros.
Las cabras y los cabreros,
el gallo con las gallinas,
el lechón con las cochinas,
las papas, los chicharrones,
la carne asada en fogones
y el postre con golosinas.
Jócamo, 15.VI.2024.
La romería de San Antonio del Monte, en Garafía (La Palma), es un relicto cultural que nos remonta al pasado y devuelve al sabor de lo autóctono, tanto por el paisaje como por el paisanaje.
La explanada de la ermita, rodeada de brezos y fayas, se achica por la afluencia masiva de participantes, con predominio de los que peinan canas, expuestas al sol o cubiertas por el típico sombrero de fieltro negro.
La música parrandera se confunde, con el canto de los mirlos, cuando no son silenciados por el bullicio festivo de la gente o la inquietud del ganado que participa en la feria.
El vino de tea y la carne de fiesta en unos ventorrillos, se complementa con los churros y los chicharrones en otros. Las papas arrugadas y el peloto de gofio, se acondutan con queso, mojo verde o conejo en salsa.
Y para postre, golosinas caseras: bizcochón, rosca de manteca, almendrados, marquesotes, mantecados, etc. Y las sobras, se reservan para la merienda con chocolate, que apetece más al caer la tarde, cuando la bruma rastrera refresca el ambiente y se agradece un chupito de licor de naranja o caña de la tierra.
Pedro Luis Pérez de Paz
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