El Volcán de San Juan, 72 años después

El pasado 27 de junio, a las ocho treinta de la mañana, con buen tiempo y animados, salimos de La Rosa rumbo a la parte oeste de la isla, en la otra banda, para ver las coladas del volcán de San Juan, cuando se cumplen 72 años de su erupción.

El Volcán de San Juan se originó en las cercanías de la montaña del Duraznero, en la zona alta de El Paso, en su límite con el municipio de Villa de Mazo. Estuvo activo 42 días y produjo numerosos daños materiales en la zona de Las Manchas, pero sin lamentar víctimas humanas. También bajó una lengua de lava por la vertiente este, por Villa de Mazo, que no llegó a alcanzar la costa.

La primera parada la hicimos en Jedey, en el municipio de El Paso, para subir una pendiente hasta la pequeña hornacina del Sagrado Corazón de Jesús, en la montaña de su nombre. Desde este lugar se aprecia una amplia panorámica de las montañas, las coladas volcánicas de la zona, hasta la costa. Aquí tomamos el primer chocolate de la mañana y regresamos a la carretera para comenzar el reparto de los grupos y rotación para visitar distintos lugares.

En la parte alta del caserío donde se encuentra la bonita ermita de San Nicolás visitamos la explanada donde está la imagen de Nuestra Señora de Fátima, colocada con motivo de una promesa realizada en el año 1949, ya que las lavas del volcán de San Juan se bifurcaron antes de llegar a este pequeño templo, en lo que se consideró como intercesión milagrosa de la Virgen de Fátima. A instancias del Colectivo de Escuelas Unitarias, el municipio de El Paso ha declarado este lugar «Rincón por la Paz» y para dejar constancia de ello se colocó la placa de hierro que se observa en una de las fotografías siguientes.

A la bajada, entramos en la ermita de San Nicolás de Bari, que lleva este nombre por Nicolás Massieu Van Dalle y Ratz, que mandó construirla en testamento dejado en 1676. La ermita fue elevada a parroquia el año 1929 y su primer párroco fue José Pons y Comallonga. La plaza en la que se ubica la ermita lleva hoy su nombre.

Luego entramos en el Centro de Interpretación de los Caños de Fuego. Pero antes, al pasar por el aparcamiento, pudimos ver el conjunto de coches clásicos que la sección de Nuevo Surco denominada “Amigos del clásico” preparó, en otra de sus salidas de este año.  En las espléndidas instalaciones del centro de interpretación, el personal experto que allí trabaja nos dio cumplida información acerca de los tubos volcánicos, su formación a partir de las lavas del volcán de San Juan hace 72 años y entramos en el Tubo Volcánico Cueva del Vidrio, situada a pocos metros de la parte baja de la edificación.

A continuación, equipados con casco de protección y linterna, entramos en el Tubo Volcánico Cueva de Las Palomas, acompañados de una guía que nos iba explicando en todo momento lo que íbamos viendo a lo largo de sus 350 metros de recorrido. Este lugar está declarado como Monumento Natural por el Gobierno de Canarias, formando parte de la Red Canaria de Espacios Naturales.

Para finalizar recalamos en la plaza de La Glorieta, diseñada por el artista palmero Luis Morera y participamos de un almuerzo a base de gofio, papas, mojo, sardinas y sus bebidas correspondientes.

Al regreso, ya en la guagua, el maestro Berto, en nombre de la Asociación Nuevo Surco agradece a todos la asistencia a las actividades programadas, “porque mucha gente se ha apuntado y luego repite una y otra vez, señal de que algo se debe estar haciendo bien. Porque el programa que se ha planteado para este año, especial por ser época de pandemia y especial por ser el 50 aniversario de la creación de la Asociación, ha sido un programa ambicioso que aún no se ha terminado y en el que seguimos trabajando”. También explica que para cada una de las excursiones se han realizado gestiones, a veces complicadas, como ha sido la de hoy, por lo difícil de la organización con las empresas que gestionan la Cueva de Las Palomas y porque ha habido que dividir al gran grupo en pequeños grupos por el aforo limitado de permanencia en las instalaciones. También por la logística necesaria para que todo se desarrolle adecuadamente, con la dedicación especial del pequeño grupo que hace las visitas en los días previos a la realización de las actividades, los preparativos de comidas y bebidas que se han necesitado, la contratación de guaguas, el diseño de las rutas, etc.

Llegamos a La Rosa a las seis de la tarde y pensando ya en la próxima ruta prevista para la víspera del día de Nuestra Señora de Las Nieves.

Nuevo Surco trabajando por la Cultura, las Tradiciones y la Convivencia.


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