Con motivo de la celebración de la fiesta de la Cruz y en honor a nuestras tradiciones el Ayuntamiento de Villa de Mazo en colaboración con Nuevo Surco repuso la cruz que durante muchos años estuvo colocada al lado este de la Carretera LP-206, en la recta de la casa de camineros, a unos cincuenta metros del cruce con el Camino de La Faya y que había desaparecido.
Hace casi cien años ocurrió un desafortunado incidente en esta carretera antes conocida como Carretera General a Candelaria, en el pago de La Rosa, que fue recogido en la prensa de la época por el periódico El Progreso-Diario Republicano, que tituló: Grave accidente de auto. Joven muerta y varios heridos, y que reproducimos a continuación:
“El domingo por la mañana, con objeto de perfeccionarse en el manejo del automóvil Chevrolet, número 2034, que días antes había adquirido, Casimiro Hernández y Hernández, de 31 años de edad, salió de su casa situada en la Sabina, pago del término de Mazo (Palma), llegando hasta el pago de la Rosa, de donde emprendió el regreso.
Poco había marchado el auto, cuando Manuel Lino García, que en unión de varios jóvenes de ambos sexos habían ido a oír misa en la iglesia de San Blas y regresaban a Mazo, solicitó de Casimiro que los llevase hasta su residencia, a lo que puso éste algunos reparos por su falta de experiencia en la conducción del vehículo.
Aquel insistió y Casimiro accedió, embarcándose entonces Manuel Lino, José Pérez Cabrera, de 19 años; Juana Pérez Santos, de 20 años, y las hermanas Francisca y María Henríquez Yanes, de 18 y 20 años, respectivamente.
Aquellos iban en el asiento delantero, apretujados. Uno de ellos, por esta razón, en el momento de ser puesto en marcha el motor inadvertidamente colocó un pie en el acelerador y con la rodilla abrió los cambios, emprendiendo el auto vertiginosa carrera chocando violentamente contra un árbol y rodando por un terraplén, dando algunas vueltas, quedando destrozado y con las ruedas al Sol.
A consecuencia del accidente resultó muerta, por fractura del cráneo, la joven Francisca. Excepto el chófer, todos los demás resultaron heridos. La joven María Henríquez Yanes, de 20 años, hermana de la muerta, presentaba erosiones superficiales en el lado derecho de la cara y contusiones de segundo grado en la región supra e inf. a escapular derecha, con hematoma de bastante gravedad.
José Pérez Cabrera, de 19 años, sufrió una contusión de segundo grado en la región sacro-lumbar, con impotencia de la articulación cosofemoral derecha, también de pronóstico reservado.
Juana Pérez Santos, de 20 años, presentaba heridas contusas en la cara y magullamientos en diferentes partes del cuerpo, de carácter leve.
Manuel Lino García, sufrió una herida de ocho centímetros de extensión en la región frontal; dos heridas contusas de tres centímetros en la nariz; una herida de tres centímetros, con hemorragia arterial, en el pómulo izquierdo y dos heridas más en la parte media del carrillo izquierdo”1.
- El Progreso. Diario Republicano. 26 de julio de 1928 ↩︎